LUIS- No me siento capacitado para votar la aprobación o no
del asunto.
NACHO- ¿Por qué lo decís?
L- ¡No tenemos datos!
N- ¡Sobran datos, pero hay que buscar, informarse!
L- Te estoy hablando de datos crudos, sin interpretación
mediante. Capaz que podés conseguir datos fiables pero si investigás
profundamente y por tu cuenta. Incluso así veo complicado que yo pueda llegar a
sentirme capacitado para decidir en un asunto como este.
N- ¿Decís que con los datos que podés recoger de los
informativos, los diarios, las radios y de internet, no podés colocarte en un
punto medio entre una postura y otra y llegar a razonamientos y conclusiones
más objetivas?
L- Hacer eso sería una especulación y nada más que eso, el
punto medio entre una postura y otra no tiene por qué ser lo más cercano a la
realidad, y si así lo fuera de todos modos seguiría sin ser la verdad en sí
misma. No podés confiar en lo que sale en los medios, el periodista es un
empleado que trabaja para una empresa, la empresa vive en gran medida de la
publicidad, es decir, el periodista no habla por él, habla por la empresa y la
empresa a su vez debe hablar por las corporaciones que la financian. Si yo te banco el alquiler de tu almacén y vos
ponés un cartel en la entrada que dice “Luis le pega a su mujer”, me estás
perjudicando, me van a meter en cana por tu cumpla, lo más lógico es que te deje
de pagar el alquiler (y que aparte te mande pegar). Es una locura, pero no
estoy diciendo nada que nadie sepa si digo que los medios masivos tienen
intereses creados a la hora de largar la información, intereses económicos y
políticos. Pensá otra cosa, ¿de dónde se saca la plata para las campañas
políticas? Algún subsidio tendrán, pero nada de todo eso es gratis. Los
militantes no financian las campañas políticas, podrán aportar o no, ¿pero
cuánto? Nada, o casi nada ¿Sabés cuánto sale el segundo al aire en la tanda
comercial en hora pico?
N- No ¿cuánto?
L- Ni idea, pero seguro que carísimo.
N- Si, seguro, y esa plata para las campañas sale también de
las corporaciones
L- Ni idea, pero de algún lado tiene que salir tanta guita
para televisión, radio, cartelería, y si la guita no sale de los militantes ni
del bolsillo de los políticos…
N- Ojo, capaz que los políticos ponen guita para las
campañas
L- Poner deben de poner, supongo, algo aunque sea, pero
estamos hablando de mucha guita, campañas a nivel país, con más presencia en
los medios que un shopping que acaba de abrir ¡No seas malo, es mucha guita, ni
Coca Cola hace campañas a esas escalas en un sólo país!
N- Seguro hay empresas que financian las campañas.
L- ¿Y por qué? ¿Por ideología? ¿Hay empresarios ricos y de
izquierda? Porque alguien financia también las campañas de izquierda ¿Cómo se
puede ser de izquierda y rico al mismo tiempo sin caer en la contradicción?
N- Volviendo al tema de los datos y esa cuestión ¿Qué pasa
con internet? Ahí depende de uno hacerse con la información y poder discriminar
que es fiable y que no.
L- Claro, internet por el momento está bastante
democratizado, igual se hace difícil conseguir fuentes fiables, aunque las
encontraras ¿cómo harías para comprobar realmente su fiabilidad? Además
reconocer o no la fiabilidad de una fuente de información depende también de la
persona, mi hermano, por ejemplo, llega a ver en youtube un tipo disfrazado de
doctor diciendo que la masturbación causa daños cerebrales permanentes y se
deja de hacer la paja.
L- Jaja, es cierto, hay mucha información en internet, es
difícil elegir que tomar en serio con tanta cosa junta, ni hablemos si tus
parámetros más altos de fiabilidad están delimitados por el “Yahoo Respuestas”.
N- ¿Me entendés ahora?
L- Si, es verdad, creo que yo tampoco estoy capacitado para
votar.
N- Ojo, capaz que hay gente que lo está, gente que tiene la
posta…
L- Y nosotros somos tremendos giles…
N- Lo somos