domingo, 14 de diciembre de 2014

Los mareados

-         - Che qué dulce que está el olor del incienso, ¿no?
-          - Sí, re rico, ¿viste?
-          - Sí, está rico… ¿Pero no te parece que sino abrimos una ventana puede llegar a ponerse medio dulzón de más?
-          - ¿Vos decís?
-          - Sí, no sé, por ahora me encanta, pero están todas las ventanas cerradas y a medida que se empiece a consumir el incienso, esto se va a empezar a llenar de humo, y encima es de ese humo dulzón pesado, tengo miedo de que nos termine mareando…
-         -  Sí, puede ser, ¿abrimos la ventana así se va?
-          - No, dejá, está lindo así, está calentito, si vemos que se empieza a hacer medio insoportable ahí entonces sí, abrimos…
-          - Bien…

-          - Tengo la boca seca… 
-          - En la heladera hay jugo
 - Sí, ahora voy…


-          - Che, está un poco como espeso el aire ya, ¿no?
-          - Verdad, larga humo como loco el coso ese...
-          - Sí, habría que abrir la ventana…
-          - Sí…
-          - ¿La abrís vos que estás más cerca?
-          - Sí, ahora voy…

-          - Me tengo que cortar el pelo…
-          - Yo para mí que lo tenés bien así…
-          - Sí, yo que sé, puede ser, pero me da calor, quiero tenerlo más corto…


.........................................................................................................


-          - Al final nunca tomaste jugo, debes tener la boca re contra seca…
-          - Y vos al final no abriste la ventana, ¿no te está mareando el humo? Abrí, a mí me da lo mismo…
-          - Sí, un poco me está mareando sí. Es como mucho humo y muy muy dulzón, tengo miedo que además de marearme me termine empalagando, y si me empalago sería una cagada porque me re gusta este incienso en realidad…
-          - Fa, hace tiempo que no escuchaba la palabra “empalagar”, yo creo que nunca me empalagué…
-         -  ¿Con nada?
-          - No, con nada… A ver, una vez ponele que comí demasiado dulce de leche, me cayó como el orto, pero después a los días ya estaba comiendo galletitas María con dulce de leche...
-          - Yo las hacía alfajor, ponía una galletita, abundante dulce de leche y después usaba otra galletita de tapa…
-          - Claro, yo hacía lo mismo, lo mejor era cuando apretabas las tapas…
-          - ¡Sí sí, y después salían tiritas de dulce de leche por lo agujeros de las galletitas!
-          - Sí, y le pasabas la lengua a ese dulce de leche y al que se salía por los bordes…

-          - En fin, nada, eso, llegué a sentirme mal mil veces, pero creo que nunca me empalagué…
-          - ¿En serio? Pa, yo me empalagué demasiadas veces, un embole… Está de menos porque uno se empalaga cuando algo le gusta mucho y no lo puede soltar, y al no poderlo soltar llega un momento en que uno se satura de eso que tanto le gusta al punto que ya su cuerpo lo rechaza, es como sufrir una sobredosis…
-          - Uh, ¿en serio? ¿Para tanto decís?
-          - Sí, es terrible…
-          - Uh… Menos mal que nunca me empalagué…
-          - Sí, créeme, tenés mucha suerte…

-          - Yo conocí a un tipo que le encantaban las naranjas y un día cuando era chico de tanto comer naranjas se empalagó, y anduvo con cagalera, vómitos, y que sé yo, y después de grande nunca más pudo volver a comer naranjas…

-         -  ¿Enrique?
-          - Claro, Enrique…
-          - Sí, cierto, una vez me contó…
-        

-          - ¿Viste qué bueno queda el humo con las luces de la lámpara?
-          - Sí, estaba viendo eso, se marcan los ases cuando lo atraviesan…
-          - Le da al ambiente un no sé qué…

-          - Una vez vi unos tipos que estaban haciendo una película o algo así, y para hacer humo calentaban en una lata oxidada un fondito de glicerina líquida. A los cinco minutos el lugar entero estaba lleno de humo, y no era un cuartito, era  el salón de fiestas de un edificio de apartamentos que hace como veinte años atrás había sido tremendo hotel. No sé qué tendrá que ver pero esto del incienso me hizo acordar a eso, el humo tiene su magia… En fin...

-          - 
-          - ¿…?
-          - 
-          - ¿Vas a cerrar la ventana entonces?
-          - Perdón, ¿qué decías? Me mareé…

sábado, 19 de abril de 2014

34 personas

- ¿Vino por el aviso del diario?
- ¿Qué diario, qué aviso? No, no, yo vine por lo de Leguizamo... 
- Leguizamo acaba de salir...
- ¿De qué diario hablaba?
- Yo no hablé de ningún diario...
- ¡Usted me preguntó si yo venía por el aviso del diario!
- Leguizamo acaba de salir ¿Quiere que le deje algún recado? 
- Sí ya escuché eso, por ahora no pienso dejarle nada dicho. Está cambiando de tema ¿Por qué está cambiando de tema?
-¡Porque usted me está hablando de un diario y yo no sé de qué diario me habla!
- Miré un par de líneas más arriba ¿Qué ve?
- No sé, nada...
- Preste atención...
- Estoy prestando atención pero no veo nada...
- ¿No ve que todo lo que decimos está siendo escrito ahora mismo?
- Si, eso si lo veo, ¿y?
- ¿No le parece sorprendente?
- No, el tipo está ahí escribiendo desde que empezamos la conversación, ¿no lo había visto?
- Si , pero pensé que usted no...
- ¿Por qué no lo habría visto yo y usted sí?
- No sé, me pareció, no lo noté tan entusiasmado como yo, asumí que no se había dado cuenta que ese tipo está ahí escribiendo todo lo que decimos al tiempo que lo decimos ¿"Transcribiendo" se dice?
- Si, es curioso, pero deja de serlo cuando uno empieza a aparecer en varios cuentos, se vuelve rutinario. En fin, ¿qué tiene que ver quien nos escribe con el diario del cual usted me estaba hablando?
- ¿No es este su primer cuento? ¿Es ésto un cuento? Para mí no, pero...
- No, no, no, ya he participado en varios...
- ¿No es un cuento?
- No es mi primer cuento, y sí, es un cuento...
- ¿Siempre como extra?
- ¡No somos extras pibe, somos los protagonistas!
- ¿En serio? Qué bueno... Bien, cuénteme del diario...
- Yo no le hablé de ningún diario, usted me habló a mí de él...
- ¿De quién, de Leguizamo?
- Del diario...
- ¿Yo?
- Si...
- ¿De verdad? Puede ser, estoy confundido...
- ¿Mareado?
- Es que este tipo usa sólo guiones para escribir los diálogos...
- Cierto, podría al menos ponerles A) y B) ...
- ¿Fuimos hablando uno y uno?
- ¿Cómo uno y uno? No entiendo...
- Claro, uno y uno: hablaste vos, al guion siguiente hablé yo, al tercero vos, al cuarto yo y así sucesivamente... ¿Se entiende?
- Si, creo que fuimos uno y uno...
- Bueno, empecemos a contar los guiones de acá para adelante. A este guion le ponemos guion uno y empezamos a numerarlos para arriba. Así ya sabemos que vos sos los números pares y yo los impares...
- Me parece mejor ponernos A) y B), si pones 1), 2)...33), 34), puede dar a confusión, el lector podría llegar a pensar que son 34 personas diferentes...
- El lector no es un estúpido...
- Eso lo estás diciendo vos...
- ¡Yo no estoy diciendo nada!
- Estas insinuando. Vamos che, ¿pensás que es bobo, que no ve lo que estás haciendo?
- ¡Esto lo estás haciendo vos no yo! Además, ¿cómo sabés que es "bobo" y no "boba"? ¡Machista!
- ¿Machista? ¡Si soy mujer!
- Mentira, vos sos el tipo la mujer soy yo...
- ¿Al principio no éramos los dos hombres?
- Somos tres...
- ¿Vos quién sos?
- C)...

sábado, 29 de marzo de 2014

Brad Pitt

- ¿Me querés?
- Claro...
-¿ Me querrías más si tuviera éxito?
- ¿Éxito en qué?
- No sé, en cualquier cosa, si fuera un tipo exitoso, ¿me querrías más?
- Te querría lo mismo...

- ¿Y si me querrías lo mismo por qué me preguntaste "éxito en qué"?
- No sé, se me ocurrió preguntar, nada más...
- Por algo preguntaste y entiendo tu pregunta. A vos te daría lo mismo si yo fuera accionista de una multinacional, no te interesa esa clase de éxito...
- ¿Y qué clase de éxito se supone que me interesa?
- Si yo fuera un artista, por ejemplo, un artista reconocido, eso te gustaría, ¿no?
- Supongo que no me molestaría...
- ¿No te molestaría o te gustaría? Son cosas diferentes...
- La verdad que me da lo mismo...
- Pero si yo fuera tremendo actor, por ejemplo, ¿no te gustaría que en cada juntada con tus amigas te pregunten en qué proyecto ando? ¿No te gustaría hacerte la misteriosa y responderles con una sonrisa y una excusa, "perdón, lo sé casi todo pero mi novio me tiene prohibido hablar del tema"?
- ¡Qué pavada estás diciendo!
- ¿No te gustaría tener un novio actor?
- ¡Vos sos mi novio, me gustás y te quiero aunque no seas actor!

- ¡"Aunque", "aunque no seas actor"! ¿Te estás escuchando? ¿Escuchaste ese "aunque"? ¿Sabés qué significa? Significa que preferirías un novio actor y no un tipo cualquiera que labura en un trabajo de mierda como el que tengo yo. Un tipo más interesante, alguien con quién cada día de tu vida sea diferente, alguien que te tome del brazo y te lleve a volar, lejos de la rutina...
- No me interesa la profesión de aquel que tengo a mi lado, me interesa más su personalidad, independientemente de lo que haga para ganarse la vida...

- ¿Te parezco más interesante que Brad Pitt? ¿Mi personalidad te parece más interesante que la suya?
- No preguntes boludeces...
- ¿Te parezco más interesante que Brad Pitt? ¿Crees que a alguien en el mundo podría llegar a parecerle más interesante que Brad Pitt?
- Estás profundizando demasiado en un tema completamente absurdo...
- ¡Contestame carajo! ¿Te parezco más interesante que Brad Pitt?
- Me parecés una persona muy interesante, por algo estoy con vos, no puedo compararte con Brad Pitt porque a él no lo conozco...

- Cuando me conociste, ¿te parecí a primera vista más interesante que Brad Pitt?
- ¿A qué querés llegar? No tiene sentido, además, ¿no podrías haber elegido un ejemplo de actor "sexy" menos cliché con el cual compararte?
- ¿"Sexy"?
- Si, por favor, no es algo que estés escuchando por primera vez de mi boca, existen rankings en programas de televisión, revistas, hay hasta blogs que se ocupan de decir quién es más y menos sexy en el mundo de los famosos y Brad Pitt hace años que viene teniendo un lugarcito en esas listas...

- ¿Brad Pitt te parece más sexy que yo?
- No voy a contestar esa pregunta...
- ¿Por qué?
- Porque ya sabés la respuesta y de todas maneras eso no tiene nada que ver con el amor que siento por vos...
- No sé la respuesta, decimela...
- ¿No sábes la respuesta?
- No...
- ¿No podés imaginartela?
- No, te repito la pregunta: ¿Brad Pitt te parece más sexy que yo?
- ¡Martín por favor, no sigas con esto!
- ¡Contestame, contestame! ¿Brad Pitt te parece más atractivo que yo?
- Si...
- ¿Qué?
- Si, me parece más atractivo que vos, tiene el cuerpo perfecto, a ver, el tipo vive para eso, está todo el día en el gimnasio, es un producto, está construido como tal, para ser atractivo, punto.
- ¿En serio Brad Pitt  te parece más atractivo que yo?
- ¡Martín! ¿De nuevo? Si, ya te dije, es un prototipo, no es una cosa real, vos sí, vos sos lindo, bueno, simpático, un pibe normal, sí, pero no por eso menos interesante...

- ¿Y te parece más interesante que yo? Porque eso al final no me lo contestaste...
- Ya te dije que eso no lo puedo saber sin conocerlo...
- ¿Y tus amigas?
- ¿Qué pasa con mis amigas?
- ¿Preferirían que Brad Pitt te acompañe a sus cumpleaños o prefieren que vaya yo?
- Eso se lo tendrías que preguntar a ellas...

- Pasame el teléfono de Clara...
- ¿Para qué?
- Le voy a preguntar...
- ¿Qué cosa?
- Lo de Brad Pitt...

domingo, 2 de febrero de 2014

INTERÉS

- No puedo hablar con alguien como vos...
- ¿Por?
- Somos muy diferentes...
- ¿A qué te referís?
- Es que me cuesta mucho no ser como soy y para poder escucharte tengo que hacer un esfuerzo sobre humano para ser otra persona...
- ¿Eh?
- Claro, yo, como yo, nunca te presetaría atención más de cinco minutos ¿Me entendés? Por favor, no me mal interpretes, no estoy diciendo que las cosas que decís no sean interesantes, a mí me interesan, pero no tanto como para hablar de ellas más de cinco minutos ¿Se entiende?
- ¿No te interesa la alimentación orgánica?
- Claro que me interesa, me parece super importante, y está buenísimo saber qué aportan las semillas de lino y qué enfermedades puede ayudar a prevenir el té de perejil, pero no sé, yo soy más de otro palo...
- ¿Qué palo?
- A ver, cómo te explico ¿Te gusta la cumbia colombiana?
- Nunca escuché...
- ¿Y la música electrónica?
- Me encanta...
- ¿Ves? A eso me refiero, yo soy muy cumbia colombiana como para vos y vos muy punchi punchi como para mí...
- ¿Yo soy muy punchi punchi? ¿A qué te referís?
- ¿No entendiste la alegoría?
- ¿Fue una alegoría o una comparación?
- No sé bien cuál es la diferencia, da igual, ¿no entendiste la comparación?
- No...
- Bueno, a ver... ¿La Habana o California?
- California, sin dudas...
- ¿Ves lo que te digo?
- Todavía no...
- Tus lentes de sol, por ejemplo...
- ¿Qué?
- Está nublado...
- ¿Y?
- Y vos andás con lentes de sol...
- ¿Y?
- Yo tengo lentes de sol también...
- Y...
- Y los uso cuando hay sol...
- Está bien, yo los uso independientemente de que haya o no sol, me gustan, me gusta que la gente no sepa dónde estoy mirando...
- A eso me refiero, a mí me gusta mirar a la gente, verle los ojos y que vean los míos, incluso a los desconocidos, caminando por la calle, no sé por qué, pero me gusta cuando la gente se mira, y si estoy hablando con una persona, con más razón, necesito mirarla a los ojos...
- ¿Querés que me saque los lentes?
- Sinceramente sí, me gustaría...

- Listo ¿Mejor?
- Wow, que lindos ojos...
- Gracias...
- Muy lindos, de verdad...
- Gracias...

- Retomando lo que trataba de explicarte antes, creo que vos sos muy Rocha y yo muy Coste de Oro, vos muy dilemas existenciales y yo más bien conflictos sociales... ¿Se entendió ahora?
- No del todo, pero supongo que estás tratando de decir que somos muy diferentes...
- De mundos diferentes...
- Claro...

- Pero tenés muy lindos ojos...
- Pero no te interesa nada de lo que digo...
- ¿Y a vos te interesa hablar del Chavismo?
- No...
- Bien, a vos tampoco te interesan los temas que a mí me interesan...
- No, pero vos también tenés muy lindos ojos...
- Gracias... ¿Querés venir a casa?
- Dale...

jueves, 16 de enero de 2014

FLUIR


Atardecer, barcito escondido en una callecita de la Ciudad Vieja. Tatiana y Matías sentados en una mesa junto a una ventana. En sus platos milanesa napolitana, en sus vasos refresco cola. 

Tatiana sostiene el tenedor, el puño apretado, pinchado en el cubierto un pedazo de milanesa.

-          ¿Vos sos imbécil? ¿Cómo me vas a dejar en un bar? ¡Yo preciso angustiarme, llorar, descargarme con algo, putear, abrazarte, preguntarte "por qué", caminar en círculos mientras te insulto! ¿Querés que quede como una loca frente de todo el mundo? ¿Qué idiotez es esta de invitarme a comer una milanesa si me hiciste venir acá sólo para dejarme?
-          Es que pensé que íbamos a tomar un café nomás, pero ta, dijiste que andabas con hambre. Yo que sé, lo vi como un gesto, la última milanesa juntos...
-          Sos un imbécil....
-          Perdoná...

-          Volviendo al tema del lugar. Ponele que hubiése pedido un café ¿Qué cambia eso? ¡Esto es un bar, un lugar público, lleno de gente! ¿Cómo vas a terminar una relación de cinco años en un bar? ¿A quién se le ocurre? 
-          Bueno Tatiana es la primera vez que dejo a alguien en mi vida, es difícil para mí también. Elegí el lugar por las referencias que tengo. El cine está lleno de parejas que terminan en un bar…
-          ¿"El cine está lleno de parejas que terminan en un bar"? ¿Te estás escuchando? ¿Elegiste un bar para dejarme porque viste una escena así en una película?
-          En realidad lo vi en un corto y en un videoclip...

-          Ay dios...Vamos a hacer una cosa, cada uno se termina su milanesa, seguimos como si nunca hubieses dicho nada, vamos a mí casa, de camino vas a estar callado, yo te voy a preguntar "¿Te pasa algo? Te noto raro", vos me vas a decir que sí, que algo te pasa y me vas a ir largando todo el rollo de a poco... ¿Estás anotando?
-          ¿Querés que anote?
-          Claro, anotá. Lo vamos a hacer así, paso a paso como te lo estoy diciendo. Anotá, además te queda escrito y te va a servir para la próxima...
-          Dame un segundo...

Matías levanta del suelo su mochila, la coloca sobre sus rodillas, saca de ella un cuaderno y una lapicera.

-          ¿Te repito lo anterior?
-          Terminamos la milanesa, pagamos...
-          Pagás vos, no me vas a dejar y encima hacerme pagar la mitad a mí. Yo te voy a insistir en pagar a medias, pero tenés que ponerte firme, vas a pagar vos sí o sí…
-          Es que no sé si me da la plata....

Matías toma el pincho con los tickets de la cuenta, comienza a sumar en voz baja. Saca su billetera de la mochila, cuenta la plata.

-          Son 590, no llego.
-          ¿Cuánto tenés?
-          $100

Tatiana le da $550

-          Tomá, dejale 60 de propina.
-          ¿No es mucho?
-          No, está bien, es el 10%. Seguimos; Estamos en la calle, te noto raro, te pregunto sí te pasa algo, me decís que sí, pero no me largás todo de una ¿Entendés? Tenés que dar vueltas y vueltas. Hablá primero del inicio, de lo mucho que nos queríamos, de lo bien que lo pasábamos juntos, de cómo eso fue cambiando con el tiempo. Hablá de nuestras peleas constantes, de las discusiones subidas de tono, interminables, a menudo sin un por qué que las justifique. Decime que a pesar de todo eso me seguís queriendo, que sigo siendo importante para vos y que por eso mismo, antes que el amor que nos tenemos desaparezca por completo, lo mejor sería darnos un tiempo, tenemos muchas cosas para pensar y cuestionarnos. Después vemos cómo cada uno transcurre esa separación, que conclusiones sacamos de ella (deberíamos tener una nueva instancia al tiempo, vernos de nuevo, quizás entonces sí en un bar, aunque prefiero que sea en una plaza tomando una cerveza). Para ir redondeando la idea deberías decir algo así como "Te amo y no quiero que lo nuestro termine, pero siento que si seguimos así se va a terminar y a terminar mal, sin vuelta atrás"…

-          Bien ¿Todo esto caminando?
-          No sé Matías, no sé. Dejemos que fluya, en una de esas nos sentamos en la esquina de mi edificio, en una de esas subís a casa y cogemos por última vez. No creo, no voy a tener ganas, pero vos podés buscarme igual, insinúalo al menos.
-          Bien, pará que anoto... "Fluir…" Listo.
-          ¿Anotaste todo?
-          Si…
-          Bien, pasame la mayonesa…    


miércoles, 15 de enero de 2014

CHARLA EN UN BAR



CHARLA EN UN BAR

Un hombre de traje sentado a la mesa en un pequeño bar barrial, manos temblorosas, toma café mientras dialoga con la persona que tiene en frente, es también un hombre, pero por el momento no lo vemos, sólo escuchamos su voz.

- No podemos vernos más…

- ¿Qué?

- Perdón, pero es así…

- ¿Es por tus padres?

- Si…

- ¿Saben que volví?

- Si…

- ¿Cómo?

- Una vecina me vio hablando contigo…

- ¿Tu mujer ya lo sabe?

- Todavía no, pero me aterra que se entere, no sé cómo podría reaccionar. No quiero verme en la situación de tener que elegir entre ella o vos, no quiero, no quiero…

El hombre de traje está a punto de quebrar. Su interlocutor lo abraza. En ese consuelo descubrimos que aquel segundo hombre no es precisamente un Hombre sino un tipo color naranja, de nariz prominente y ropa extravagante: un amigo imaginario.

-Tranquilo, ya hemos pasado por esto muchas veces y ya ves, seguimos juntos…

- Pero esta vez quiero que te vayas…

-¿Qué?

- Perdón, pero quiero que te vayas, que ya no vuelvas…

- ¿Te traté mal?

- No…

- ¿Te grité?

- No…

- ¿Te hice llorar?

- No…

- ¿Alguna vez te fallé?

- No es por eso, entendeme, es difícil para mí…

- ¿No me querés ver más porque creés que no soy real? ¿Es eso?

- Y… En parte un poco es por eso, si…

Permanecen unos segundos en silencio. El amigo imaginario comienza a hablar con la mirada perdida.

-Sé que el monte Everest mide 8.848 mts, que los esquimales pueden diferenciar hasta 8 tonalidades diferentes de blanco, que Omán es el único país en el mundo que empieza con “O”, puedo decir fluidamente “El rey de Constantinopla se quizo constantinopolizar, ¿quién será el constantinopolizador que lo constantinopolizará mejor?”, me gusta el queso y las frutillas pero no me gusta el chesseecake, hablo francés y guaraní, bailo, canto y actúo. ¿Cómo puedo no ser real?

Otro silencio. La mirada del hombre de traje recorre el lugar. Parece estar meditando sobre la reciente argumentación de su amigo imaginario.

-Pensé que Omán se escribía con “h”…
-No, es con “o”, dame bola…

-Igual, mi psiquiatra me advirtió que ibas a usar cualquier pretexto para convencerme de que sos real, pero me dijo que no te escuchara, que ya estoy grande para amigos imaginarios…

- A tu psiquiatra sólo le interesás en la medida en que le pagues…

- Mis padres piensan lo mismo…

- ¿Ves? Es que los psiquiatras son una porquería…

- ¡Piensan lo mismo que mi psiquiatra, que ya estoy grande!

- ¿Y cómo estamos tan seguros que soy imaginario? Yo no me siento imaginario…
-¡Porque sólo yo puedo verte!
- Mis padres tampoco pueden verte y sin embargo no ando por ahí acusándote de no ser real…

-¡Mozo, un agua por favor!

- ¿Y si soy yo el que te está imaginando a vos? ¿O sí es tu psiquiatra que nos está imaginando a los dos? ¿O si tus padres nunca pudieron tener un hijo y ahora se imaginan a uno que tiene un amigo imaginario a los cuarenta años? ¿Eh? ¿Eh?

Mientras el señor naranja habla, el mozo llega con una botella de agua, la destapa, sirve un vaso al hombre de traje, quien abre un frasco de pastillas y toma unas cuantas de un trago. Casi al instante el amigo imaginario se calla, se pone el saco, su sombrero y abandona el bar, más triste que enojado.











lunes, 13 de enero de 2014

COBALLOS

- Buen día...
- ¿En qué lo puedo ayudar?
- Mi mujer me dejó...
- Uh...
- Si, el martes pasado...
- Mire usted...
- Si...
- Lo lamento mucho señor...
- Yo también lo lamento, créame. Claro que nuestra relación no era todo color de rosas, claro que teníamos nuestras diferencias, nuestros roses, así y todo, yo hubiese preferido seguir con ella, aunque sea en pie de guerra, pero seguir con ella...
- Claro...
- Pero no, ella no, ella prefirió irse, se fue de casa ¿Entiende lo que eso significa? ¡No me dijo que me vaya, se fue ella! Así de cansada estaba de mí... No me dijo mucho, sólo que ya no quería seguir, poco más, dijo eso y se fue...
- ¿Se fue con otro?
- No sé, no tengo idea si se fue a un hotel, a la casa de su madre, a lo de otro tipo, no tengo la menor idea, me dijo que no la llame y no la he llamado, ganas no me faltan, créame, pero quiero respetar su decisión, si no quiere que la llame, bueno, no la llamaré hasta que ella me llame...
- Me parece bien, pocos hombres somos capaces de hacer eso... En fin, ¿en qué lo puedo ayudar?

- No sé que debo hacer ¿Cree que debería llamarla? Capaz que es eso lo que está esperando, que la llame, que pelee por ella. O capaz que no, capaz que lo que quiere es probarme, ver si por una vez en la vida soy capaz de respetar una decisión suya. ¿Cree que debería llamarla?
- No sabría qué decirle...
- ¿Para qué me ofrece su ayuda si va a quedarse callado?
- Señor, esto es una ferretería, cuando le dije "¿En qué puedo ayudarlo?" me refería a lo relacionado a la atención comercial que yo podría llegar a brindarle...
- ¿Está diciendo que va a ayudarme siempre y cuando le pague?
- No, no es eso, por favor no me malinterprete. Yo no soy psicólogo, soy ferretero, puedo ayudarlo en todo lo referido a mi área, puedo aconsejarle en caso de que necesite un plafón para techo, una termofusora, un set de herramientas o cualquier otro tipo de artículos de construcción o bricolage...
- Pero usted es hombre, alguna vez lo debe haber dejado una mujer, debe haber sufrido un desgarro amoroso alguna vez en su vida...
- Si, pero no creo que yo sea la persona adecuada para ayudarlo en esta situación...
- ¿Es por el dinero no? ¿Es por eso? Dígame cuánto es ¿Cuánto me cobra por un consejo? Yo le pago, si es por eso no se preocupe, yo le pago...
- Señor entienda no soy la persona más adecuada para ayudarlo...
- ¡No me interesa si es usted el mismísimo Freud o un ferretero sin conocimiento alguno de psicología y comportamiento humano! ¡Estoy desesperado, preciso un consejo, da igual de quién sea, por favor, se lo suplico!
- Es que no señor, no puedo...
- ¡Por favor, diga lo que diga me estará ayudando, créame, usted es un hombre y con certeza sabe lo que se siente ser abandonado por la persona amada! Pensé en ponerle una pancarta, "¡Perdón mi amor, te amo, volvé!"  pero no sé dónde está viviendo ahora...
-...
- ¿Qué dice? No la llamo pero averiguo dónde está viviendo y le mando colocar una pancarta...
- ¡No, si me pone una pancarta en la puerta del local lo mato!
- ¿Cómo dice?
- ...

- ¿Qué ha dicho?
- Nada, no dije nada...
- ¡Lo escuché perfecto!
- No dije nada, lo juro...
- ¿Qué tiene que ver mi mujer con su local?
- ...
- ¡Hable!
- Su mujer...
- ¿Qué?
- Está viviendo conmigo, acá en la ferretería...
- ¿Qué, mi mujer me dejó por usted?
- Su mujer lo dejó porque dice que usted es un tipo inseguro que siempre le pide consejos a cualquier desconocido porque no tiene el valor de tomar sus propias decisiones...
- ¿Le dijo eso?
- Sí...
- ¿Qué más le ha dicho de mí?
- Poca cosa, no habla mucho, pero canta muy lindo...
- Si, es verdad, canta muy lindo, es lo que más extraño de ella,  oírla cantar a la mañana...
- Es hermoso escucharla cantar, es cierto...

- ¿Y hace cuánto están juntos?
- La semana que viene van a hacer dos años...
- ¿Dos años? ¡Me fue infiel dos años?
- En realidad le fue infiel desde que se conocieron, antes que empezáramos a salir, ella andaba con mi mejor amigo...
- ¿De verdad?
- Si, y él la presentaba en sociedad como su novia...
- ¿En serio?
- Claro...
- ¿Y su amigo qué dijo cuando ella empezó a salir con usted?
- Lo tomó con calma, igual, dos por tres se siguen viendo...
- ¿De verdad?
- Claro, en casa somos de mente abierta...
- ¡Entonces usted la conoce bien, puede ayudarme!
- No sé si corresponde...
- ¡Por favor, preciso que vuelva! Sea sincero: ¿la pancarta le parece realmente una mala idea?
- No, a ella le gustan las pancartas de amor, póngala, está bien, pero en la vereda de enfrente, ¿de acuerdo?
- ¡Gracias! Una vez que la ponga, ¿me cuenta qué dice cuando la vea?
- Claro, a las órdenes...

- Muchas gracias, es usted una gran persona...
- De nada, sé lo que es ser abandonado por un ser amado, una vez se me escapó un coballo...
- ¿Un coballo?
- Si, blanco y marrón...
- ¿Se llama Chispita?
- ¡Si, si, Chispita! ¿Lo conoce?
- Buen hombre, Chispita lo dejó por mi mujer...
- ¿Qué?

- Hace un año, mi mujer llegó a casa con Chispita, dijo que el coballo la había seguido, y es verdad, el animal la seguía para todos lados dentro de la casa, lo tuvimos que empezar a atar al árbol del fondo porque siempre se quería ir con ella cuando iba a trabajar...
- ¿Chipita me abandonó por su mujer?
- Si, y ahora el pobre bicho fue abandonado por ella, cuando se fue de casa nos dejó a los dos. Chispita ya no come ni bebe nada, está flaco, se le cae el pelo, no juega más en su ruedita, la extraña más que yo...
- ¡Quiero volver a ver a Chispita!
- No sé si él querrá verlo, no está como para ver a nadie, menos a usted, después de todo lo que han vivido juntos, verlo a usted tendría un impacto peligroso, no sé cómo podría reaccionar...
- ¿Me está extorsionando? ¿Quiere a su mujer a cambio de Chispita?
- No es eso señor, además no me va a comparar un animal salvaje sin sentimientos reales ni conciencia de sus actos con Chispita...

- ¡Vengan a vivir conmigo!
- ¿Cómo dice?
- ¡Venga a vivir conmigo y traiga a Chispita!¡Es lo mejor para todos, usted y Chispita estarán con su mujer, y yo estaré con Chispita! ¡Vengan a vivir conmigo!
- ¿Aquí, a la ferretería?
- ¡Claro, hay lugar en el cuarto de clavos!
- ¿Tiene esclavos?
- "Esclavos" no, clavos...
- ¿Es faquir también? ¿Duerme sobre clavos?
- No sea bobo, los clavos están guardados en cajas...
- Ah, bien...
- Bueno, ¿qué le parece, se viene?
- De acuerdo, mañana a la mañana vengo con mis cosas. Un favor, no le diga nada a mi mujer, quiero que sea una sorpresa para ella...
- Tranquilo, soy una tumba. Traiga a Chispita...
- Eso haré...
- ¡Hasta mañana!
- ¡Hasta mañana!

viernes, 10 de enero de 2014

ABURRIDO

- Me aburro...
- ¿Querés jugar a algo?
- No, me embola...
- ¿Salimos a caminar?
- ¿Con esta humedad?
- ¿Qué querés hacer?
- Nada...
- ¿Entonces?
- ¿Entonces qué?
- ¿Cómo que "entonces qué"?
- ¡Entonces qué querés hacer!
- ¡Nada ya te dije!
- ¿Y cómo pensás dejar de aburrirte si no hacés nada para dejar de aburrirte?
- ¡Detesto cuando te ponés redundante, en una oración repetís "dejás" y "aburrirte" dos veces, date un poco de maña para hablar por favor, se vuelve cansino escucharte sino!
- Ah bueno, estás aburrido y histérico...
-¡"E" histérico, "e" histérico!
- ¡Repetiste "e" y "histérico" en una sola oración, dos veces cada una!
- ¡"E" histérico!
- ¡De nuevo! Después la que cansa soy yo...

jueves, 9 de enero de 2014

MADRE MÍA

- ¿Cómo que vas a salir mamá?
- Si mi vida, voy a salir...
- ¿Con quién, con tus amigas? No sabía que tenías amigas que salen de joda...
- Claro que salen mis amigas, Miriam y Graciela van al bingo sábados y domingos...
- Pero hoy es jueves mamá...
- Si mi vida ya sé...
- ¿Y entonces? ¿A dónde van?
- No voy a salir con ellas...
- ¿Y con quién vas a salir?
- Con Jose...
- ¿Jose? Jose, Jose... ¿Se llama Josefina? ¿Quién es? No la conozco...
- José María se llama...
- Jaja, ¿José María? jaja ¡Tiene nombre de hombre!
- Y sí, él es un hombre...
- ¿Cómo? ¿Qué dijiste?
- Que José María es nombre de hombre porque él es un hombre...
- Si, si, te entendí... ¿Pero vas a salir con un hombre?
- Si ¿Qué tiene?
- ¡Tiene que sos mi mamá! ¡Sos una mamá desde el mismo día en que nací! ¡Las mamás no salaen con hombres mamá!
- Las mamás divorciadas si...
- ¡Las mamás divorciadas que no pasaron los 40 mamá! ¡Vos tenés 60 años! ¿Cómo vas a salir con un tipo? ¿En qué cabeza cabe?
- ¡Ay estás celoso! ¡Estás celoso no puedo creerlo! Jajaja
- ¡No estoy celoso mamá! ¿Pero quién es ese tipo? ¿Por qué te invitó a salir?
- No me invitó a salir...
- No entiendo...
- Lo invité yo...
- ¿Qué?
- ¿Qué qué?
- ¿Lo invitaste a salir vos?
- Si, lo invité a salir yo, ¿qué tiene?
- ¡Tiene que sos una señora que además es una mamá! ¡Eso de una mujer invitando a salir a un hombre es una bobada recién inventada hace un par de años! ¡Todavía no se ha probado lo suficiente como para ver si en verdad funciona ! ¡Mirá si se piensa que sos una veterana promiscua y después resulta que el tipo es medio raro y te quiere dar con un látigo o al de eso!
- Jajaja, no seas bobo, lo conozco hace años, es un amor Jose...
- ¿De dónde lo conocés?
- De la empresa...
- ¿Trabaja contigo? ¿Quién es, tu jefe?
- Jajaja, no, no...
- ¡Dale mamá decime quién es, no te hagas la misteriosa, no estoy jugando!
- Bueno mi vida no te pongas así, Jose entró de cadete hace dos años, en enero lo ascendieron y empezó a trabajar en las oficinas, es simpático, siempre nos llevamos bien y cuando empezamos a trabajar juntos y vernos todos los días ocho horas, bueno...
- ¿Cadete? ¿El viejo trabajaba de cadete hasta el año pasado? ¡Es un fracasado mamá!
- ¿Quién te dijo que era viejo?
- ¿Qué?
- Bueno, me tengo que ir, dale un besito a mamá...
- ¡Que besito! ¡Pará! ¿Qué edad tiene?
- Bueno mi vida me tengo que ir, después te sigo contando, dame un besito, dale...
- ¡Decime qué edad tiene carajo!
- Bueno si no me querés dar te doy yo... ¡Muaaaaa!
- ¡Vení para acá mamá!
- ¡Chau, me fui! ¡Tenés comida en el micro! ¡Te amo!
- ¡Mamá venía para acá, no me dejés hablando solo! ¡Mamá!

martes, 7 de enero de 2014

Primera vez

- Vamos a ir al cine a la función trasnoche a ver una de acción. Pedimos la promo de pop grande y dos cocas de medio. Después a la pizzería de la esquina del club, comemos una cuatro quesos, tomamos un par de cervezas y vamos a casa para ver el telechat. Cuando termine hacemos el amor.
- ¿Vamos a hacer todo lo que vos quieras?
- ¿Te parece mala idea?
- No es eso, es que no me has dado siquiera chances de proponer alguna actividad para esta noche, ni sobre la comida me diste espacio para opinar...
- ¿No te gusta la cuatro quesos?
- Me gusta...
- ¿Entonces cuál es tu problema?
- No tengo ningún problema...
- Tu comentario sonó a planteamiento de problema...
- Más que problema fue una inquietud...
- ¿Qué te inquieta?
- No es que me inquiete...
- ¡Entonces qué! ¿Qué carajo te pasa, qué te molesta?
 - ¡No es que me moleste, pero armaste una planificación de toda la noche sin consultarme absolutamente nada!
- Está sujeta a modificaciones, si planteás alguna...
- Está perfecto, no es eso, pero a mí me gusta más si conversamos las cosas entre los dos antes de decidirlas...
- ¡Bueno, tampoco te dije "vamos a casarnos el lunes y empezar a buscar un hijo"! ¡Te invité a ir al cine y a comer algo!
- Ya sé que no es algo del otro mundo, pero capaz que yo prefería ver una comedia en vez de una de acción...
- ¿Preferís ver una comedia?
- Me da igual...
- ¿Entonces por qué estás rompiendo las pelotas?
- No estoy rompiendo las pelotas, estoy planteando algo que no me gustó, nada más...
- ¡Hace un minuto me dijiste que no había nada que te molestara!
- Es que no me molestó, no me gustó, son cosas diferentes...
- Por favor explicame cuál es la diferencia entre algo que no te gusta y algo que te molesta porque te juro que no te estoy entendiendo...
- Por ejemplo, no me gustan los gatos, pero si voy a la casa de alguien que tiene uno no me molesta...
- ¡Ese ejemplo es una pelotudez, no tiene nada que ver con el tema en cuestión!
- ¡Todo lo que yo digo es una pelotudez, todo lo que yo digo siempre está mal!
- ¡Te acabo de invitar a ir al cine por el amor de dios! ¿Cómo eso termina mutando en una discusión?
- Yo no estoy discutiendo...
- ¿Ah no?
- ¿Qué te parece?
- Me parece que quiero el divorcio. Mañana llamo a mi abogado, vos llamá al tuyo antes del medio día así ya programamos para encontrarnos el jueves a las 15:00 para iniciar el papeleo, llamá a tu madre también para que vaya a buscar a los nenes a la escuela en caso de que demoremos y no lleguemos a levantarlos a las 17:00. Esa misma noche hablamos con ellos y les explicamos la situación, ya son grandes para entender, primero hablamos los dos con los dos al mismo tiempo, después yo hablo media hora con el chico mientras vos hablás con el grande, cuando terminemos cambiamos y hablamos media hora más por separado, sólo que esta vez vos con el grande y yo con el chico. De noche dormís en el sillón.
- ¿Qué decís? ¡No estamos casados, no tenemos hijos!
- ¡Y nunca los vamos a tener, si es la primer vez que te invito a salir y ya empezás con esa actitud!

viernes, 3 de enero de 2014

Gabardina

- ¿A qué hora pasan la película esa del tipo de los lentes negros y la gabardina?
- Ni idea
- Fijate ahí en la revista del cable
- ¿En qué canal la dan?
- Y yo que sé! Fijate ahí en la revista del cable...
- Claro pero para fijarme tengo que saber en que canal viste que la iban a pasar...
- Y yo que sé que canal... Tiene que haber una lista por películas, que uno busque la película y te diga en que canal la pasan...
- La revista va por canales, te dice la programación de cada canal en cada día del mes, hay que fijarse por canal
- Mirá en la parte de atrás a ver si no aparece listado por película...
- ¡Qué no, que no tiene sentido, si fuese así, entre todos los programas y películas que pasan en el cable habría miles de listas!

- No perdemos nada con fijarnos. Mirá en la parte de atrás, dale...
- ¿Tenés que verlo para creerme? ¿Ves que acá no hay ninguna lista por películas? ¿Ves? Sólo por canal. Así que si querés ver esa película más vale que te acuerdes en qué canal viste la propaganda...
- Amor no digas "propaganda", "propaganda" se le dice a los avisos políticos.
- Es lo mismo, me entendiste perfecto...
- No va en entender o dejar de entender. Tenemos un idioma riquísimo, si alguien se molestó en inventar una palabra para cada cosa, vamos a usar cada palabra para su cosa, sino el pobre hombre, al final, se pasó la vida inventando palabras para que todo a nuestro alrededor tenga su correspondiente vocablo y uno va se caga en su esfuerzo y llama "propaganda" a algo que no lo es.
- ¡Me da igual como se llame, si querés ver la película esa del tipo con los lentes y la gabardina, más vale que te acuerdes en qué canal la pasan, porque yo no pienso pasarme la noche entera leyendo la revista del cable canal por canal hasta dar con esa puta película, que ni sé como se llama, pero que por tu descripción podría tratarse perfectamente de Matrix, y vos sabés bien que a mí no me gustan las películas de Keanu Reeves!
- No es Matrix, es otra...
- ¿Cuál?
- No me acuerdo el nombre...
- ¡No te acordás el nombre, no te acordás el canal, no sabés a qué hora la dan!
- Bueno pero sé que la dan en el cable, con esa información ya sabemos de entrada que en los canales de aire no tenemos que buscar, ahí se reducen cuatro o cinco canales, si restamos los de deportes, los de cocina, los dibujitos, los canales para viejas, el canal vasco, el italiano, los de documentales y los que antes pasaban música que ahora pasan reallitys, la lista de búsqueda se reduce considerablemente ¿Ves que estás exagerando? ¡No son ni diez canales en los que hay que buscar! Vamos leyendo película a película y vas a ver que cuando leas la película de la que te hablo, te vas a dar cuenta sin que yo te diga nada, de qué película se trata, tampoco hay tantas películas de hombres con lentes negros y gabardina...

-  Bueno, pero sólo porque no quiero discutir más y para que te des cuenta que esto que vamos a hacer es una pérdida de tiempo. Empiezo, canal 215, 00:00 hrs, Terminator II: El Juicio final...
- ¡Esa, esa!
- ¿Qué? ¿Cómo que esta? ¡Si Terminator no usa gabardina!
- ¡Claro que usa gabardina!
- ¡Que no, que Terminator usa campera y pantalones de cuero!
- ¿Me vas a decir a mí, que nací a finales de los 80', que me crié con Terminator, la Mortal Kombat, Super Campeones y los Osos Gummi, que Terminator, mí Terminator, no usa gabardina? Ya mismo te lo voy a googlear para que veas. A ver, "Google, Terminator, Imágenes" ahí está, ves, gabardina...

- ¡Eso es una campera!
- ¡Campera es lo que usaba Gadget, ignorante en vestuario!
- ¡Gadget usaba gabardina cabeza de termo! 
- Bueno da igual, ahora que sé en qué canal la pasan no voy a seguir perdiendo tiempo tratando de educarte. Es lo mismo, lo dije mal yo, da igual, no hagas un escándalo de ésto que vos dijiste "propaganda" y yo no te dije nada...
- ¡No vas a comparar "propaganda" con "gabardina"!
- Claro que no, gabardina es lo que usa Terminator, propaganda es la que hacen los políticos...

jueves, 2 de enero de 2014

CELOPATIA

-¿Me pasé todo el puto día cocinando para que ahora vengas y me digas que no tenés hambre?
- ¿Y qué querés que haga? ¡No tengo hambre! Dejalo para mañana...
- ¿Para mañana? ¿Qué lo deje para mañana?
- Claro
- ¿Y qué hago con las velas, el vino tinto que abrí, los pétalos de rosa que tiré sobre la cama?
- Dejá todo para mañana, que aparte hoy me duele la cabeza
- ¡Que te duele la cabeza! ¡Además de no tener hambre que te duele la cabeza!
- Ojalá tuviese hambre, ojalá no me doliese la cabeza, pero no lo puedo controlar, es mi cuerpo, está raro, se siente mal, preciso descansar un poco, debe ser eso... Mucho trabajo.
- ¡Pero si fue tu primer día de trabajo en un año y medio!
- ¿Y qué te parece? No estoy acostumbrado, ni física ni mentalmente...

- ¿Hay otra? ¿Eso eso, hay otra?
- ¿Otra que?
- ¡Otra mujer, otra mujer! ¡No te hagas el boludo!
- ¡Pero Raquel de dónde voy  a sacar otra mujer si hace un año y medio que prácticamente no salgo de casa!
- ¡Yo que sé, será alguna de esas atorrantas que tenés de compañeras en el laburo!
- ¡Pero Raquel hace cinco minutos que llegué de mi primer día de trabajo, no sabés ni siquiera si tengo compañeras o laburo rodeado de machos!
- ¿Tenés compañeras?
- No empieces con la celopatía Raquel...
- ¡Vos no empieces, no empieces a tratarme de loca!
- ¡Pero si no dije nada Raquel!

- ¡Que plancho, que te cocino que te lavo, encima hace un año y medio que no trabajás! ¡Pago las cuentas, las mías y las tuyas, las de la casa, las de tu vieja! ¡Te pago el celular hijo de puta, para que te escribas a escondidas con las trolas de tus compañeras!
- ¡Pero Raquel si ni siquiera sabés si tengo compañeras!
- ¡Por algo no me decís con quién trabajás! 
- ¡Es que no me has dado la oportunidad de decirte!
- ¡Y bueno decime, decime!
- ¿Te vas a tranquilizar?
- ¡Estoy tranquila, estoy tranquila!
- ¡No estás tranquila Raquel, no estás!
- ¡Y cómo querés que esté tranquila si me decís que no estoy tranquila cuando estoy tranquila! ¡Sabés que me altera que me digas "tranquilízate" si ya estoy tranquila, lo sabés! 
- Te dije tranquilízate porque no te vi tranquila...
- ¡Me voy a tranquilizar cuando me digas con quién carajo trabajás!
- Somos tres en la oficina...
- ¿Qué carajo me importa cuántos son? ¡Te pregunté con quién, con quién!
- Si me seguís hablando así no te voy a contar nada...
- ¡Son mujeres! ¿Son las dos mujer no?
- Hablando con ese tono no vas a sacarme ninguna información...
- No quiero que las veas más, elegí ellas o yo...
- ¡Si todavía no te dije si son o no mujeres!
- ¡Yo sé que sí, por algo no me decís!
- Bueno, pensá lo que quieras...
- ¡Ellas o yo! 

- Suponiendo que sean mujeres, ¿qué querés que haga? Son compañeras de trabajo, las voy a seguir viendo aunque no quiera...
- Renunciá...
- ¿Qué?
- ¡Qué renuncies!
- ¿Y las cuentas quién las paga?
- Las sigo pagando yo...
- ¿Segura?
- Si...
- ¿Quién va a cocinar, lavar, planchar, barrer y todas las demás tareas de la casa mientras yo me paso el día entero en la calle buscando un trabajo acorde a mis estudios, capacidad y experiencia, con una buena remuneración y horarios flexibles?
- Yo.

- Me parece que es una tontería renunciar a otro trabajo por tus ataques de celos, pero bueno, está bien, voy a renunciar...
- ¿En serio?
- Si...
- Gracias mi amor, creo que va a hacer lo mejor para nuestra relación...
- De golpe me vino hambre, ¿comemos?
- Dale, ya está abierto el vino tito, ¿te sirvo?