martes, 20 de octubre de 2015

Bur Buhas

- Dios nos va a salvar...
- Dios no existe
- ¿Qué decís?
- Eso que me escuchás...
- ¿Vos te volviste loca?
- Dios no existe, y si existe es un hijo de puta, ¿cómo va a mandarnos a un lugar como este?
- No está tan mal este lugar, tiene sus cosas, pero no está tan mal...
- ¿Vos vivís en una burbuja?
- Sí, claro, ¿vos no?
- Yo no
- ¿Ah no?
- No
- Mira...
- ¿Qué?
- Nada...

- ¿Vos crees que yo vivo en una burbuja?
- Sí, creo que todos vivimos en una burbuja...
- ¿Y qué tiene eso que ver con Dios?
- Que no sé si existe o no, pero que sirve, sirve. Todos precisamos para vivir construirnos algún tipo de burbuja.

martes, 13 de octubre de 2015

Besitos

Una pareja haciendo zapping acurrucados en un sillón.
Conversan en silencio, se hablan con los ojos.

- ¡Dejá algún canal!
- ¿Cuál?
- No sé, cualquiera.

Pone fútbol.

- No, fútbol no.
- ¿Y qué pongo?
- No sé, pero fútbol no.
- Si a vos te gusta el fútbol amor
- Sí pero ahora no quiero ver fútbol
- ¿Busco una peli?
- Dale

Pone una película de Harrison Ford.

- Esta ya la vimos, ¿no?
- Sí, ¿querés que busque otra?
- No, dejá.

Miran medio minuto.

- Che, ¿soy yo o nos estamos hablando con los ojos?
- Creo que sí, no sé... Vos no estás moviendo la boca pero igual te escucho.
- Amor, me está pasando exactamente los mismo.
- ¿En serio?
- ¡Sí amor!
- ¡No te puedo creer, qué viaje amor, qué locura!

Se miran desconcertados.

- ¿Estaremos teniendo una conversación de verdad?
- Sí, obvio, yo te estoy escuchando y vos a mí...
- ¿Nos estaremos escuchando de verdad o cada uno estará teniendo una conversación imaginaria con el otro?
- ¿Cómo?
- Claro, nos estamos hablando con los ojos, ¿no?
- Sí, va, no sé, seguro que de una forma u otra nos estamos comunicando, algo nos estamos diciendo, por algo hace un ratito que no dejamos de mirarnos...
- Claro, ¿pero nos estamos entendiendo realmente? ¿O yo estoy leyendo en tus ojos algo diferente a lo que tus ojos me están diciendo? ¿Entendés?
- Claro, capaz que creemos que nos estamos entendiendo, que estamos charlando con los ojos, pero en realidad estamos charlando, sí, pero vos me estás hablando de fútbol y yo creo que estamos hablando de cine...
- Exacto...
- Bueno, pero eso se soluciona fácil, levantá una mano.
- ¿Para qué?
- Porque si yo te pido que levantes la mano y vos la levantás significa que me estás escuchando de verdad...
- ¡Claro, si yo te digo que levantes la mano y vos la levantás, entonces me estás escuchando, porque sino para qué vas a levantar la mano así, de la nada! Ya entendí, tenés razón, es la forma más sencilla de saber si nos estamos entendiendo realmente.
- Bueno, ¿vamos?
- Sí, a las 3...

- 1...
- 2...
- 3...

Unos segundos de suspenso.

Ambos desperezan estirando las manos sin dejar de mirarse.

Unos segundo de silencio.

- ¿No habíamos quedado que levanta las manos yo?
- Yo entendí cómo que no, que al final las levantaba yo...
- ...
- ...
- Se ve que estaba todo en nuestra cabeza, estamos teniendo conversaciones paralelas...
-  Sé ve que sí...
- Qué lástima che, me había entusiasmado
- Yo también...
- Bueno, ya fue...
- ¿Seguimos viendo la peli?
- Dale.

Un poco de tele y se vuelven a mirar.

- ¿Me das un besito?

Se dan un besito.

- Te amo idiota
- Yo te amo

Un besito más.


lunes, 24 de agosto de 2015

CRISIS

Una mujer en un traje de esos que se usan para viajar en el tiempo, golpea a la puerta de otra mujer, igual a ella pero treinta años más joven.

- ¿Hola?
- Hola
- ¿Sí? ¿En qué la puedo ayudar?
-  En mucho, ¿puedo pasar?
- ¿Quién sos?
- Tu futuro...

Una vez adentro, se sientan a tomar el té.

- ¿Azúcar?
- No, gracias.

- ¿Te puedo hacer un comentario?
- Claro, decime...
- No lo tomes a mal, pero no podés caer así como así, de golpe, sin avisar.
- Uh, perdón, ¿estás muy ocupada? Me voy y vuelvo más tarde, ¿querés?
- No, no es eso, pasa que es algo fuerte encontrarse con una misma, yo que sé, vos por lo menos tuviste tiempo de prepararte mentalmente para el encuentro, para arrancar fuiste la de la idea de venir, pero para mí todo esto es muy raro.
- ¿Te pensás que para mí no?
- Sí, obvio que para vos también, pero para mí es raro y sorpresivo, ¿entendés la diferencia?
- Bueno, sí, pero yo pasé por esta misma situación cuando tenía tu edad y no recuerdo haber hecho tanta alharaca. Además, te veo y no sé, no te noto en estado de shock ni nada, te estás tomando todo con bastante naturalidad vos también...
- Sí, pero la cuestión no es cómo me lo estoy tomando, sino cómo me lo podría haber tomado, no pensaste en sí verte así, de golpe, podría haberme llegado a afectar o no...
- No entiendo a dónde querés llegar...

- A nada, simplemente creo que fuiste un poco egoísta, nada más...
- No te olvides que estás hablando contigo misma...
- Sí, pero no, a ver, vos sos yo pero sos vos, no yo, cierto que vos y yo somos yo, o vos, como prefieras decirlo, pero al mismo tiempo vos no sos yo porque sos vos, es decir, yo soy yo y vos sos vos, aunque hayas sido yo y en un futuro yo pueda llegar a ser vos...
- ¿Qué?
- Claro, somos la misma persona, pero al mismo tiempo no lo somos, es decir, uno no es, sino que va siendo, ¿entendés la diferencia?
- Había olvidado lo rebuscada que era de joven...

- No soy rebuscada, a ver, no es tan difícil de entender lo que estoy planteando, si yo te pego un cachetazo no nos va a doler a las dos, te va a doler sólo a a vos, ¿me seguís? Somos la misma persona pero al mismo tiempo no lo somos, y no pensanste en eso cuando viajaste en el tiempo, fuiste egoísta, pensaste en vos, sólo en vos y en tus necesidades...

- Ah, ¿yo soy la egoísta? ¿Y vos? ¿Alguna vez pensaste en mí vos? ¿Eh?
- ¿Eh? ¿De qué hablás? ¡Si ni existís todavía!
- Bueno, basta, no tiene sentido esta discusión, no vine para eso...
- Tenés razón, dejemosla acá... Che...
- ¿Qué?
- ¿Para qué viniste?
- No sé...
- ¿Cómo que no sabés?
- Bueno, sí, sé, pero me da vergüenza decirte...
- ¡Dale, decime!

Silencio...

- Gusto tuyo...
- ¿Qué?
- Eso, me gustás, siempre me gustaste...
- ¿En serio?
- ¡Dale, no te hagas la que no sabías!

Silencio incómodo...

- El portal electrocronologo se debilita minuto a minuto, el agujero dimensional tiene una duración limitada, el ectoplasma holístico de la superficie espacio-temporal de la sustancia ergonométrica no va a soportar mucho más la radiación de los ectositos...
- ¿Qué?
- Que tenemos poco tiempo, si no entro en el portal a tiempo, podría generar un cortocircuito intra-dimensional, el mundo como lo conocemos dejaría de existir...
- ¿Cuánto tiempo te queda?
- El suficiente como para que me des un besito...


lunes, 11 de mayo de 2015

CRISIS 10_05

EXT - CARRETERA DESOLADA - DÍA

El sol calienta el asfalto. El paisaje es inmenso, abierto, amplio, verde amarillento los pastos, despejados y azules los cielos.

HORACIO (30) espera de pie en medio de la carretera debajo de un paraguas negro. Mira su reloj, luego al horizonte. Abre el maletín que tiene a su costado y saca un larga-vistas. Observa por el aparato. A uno y otro lado de la carretera no se ve más que vacío.

RAQUEL (30) camina apresurada arrastrando una valija, a lo lejos divisa la figura de Horacio.

Horacio ve por sus larga-vistas acercarse a Raquel. Chequea la hora en su reloj.

Raquel llega hasta Horacio, detiene su andar, observa alrededor.

HORACIO

Llegás tarde...


RAQUEL

¿Y Pablito?

HORACIO

Llegás tarde...

RAQUEL

¿Dónde está Pablito?

HORACIO

Estás llegando tarde Raquel...

RAQUEL

No empieces Horacio, falta una hora para el acto...

HORACIO

Quedamos en llegar dos horas antes 
por si alguien llegaba 
temprano, para que supieran que era acá.

RAQUEL

Llegué temprano, falta una hora....

HORACIO

Habíamos quedado a las 10.

RAQUEL

No voy a empezar a discutir...

HORACIO

¿Quién está discutiendo? Yo no estoy discutiendo,
te recuerdo nada más lo que habíamos acordado.

RAQUEL

¿Dónde está Pablito?

HORACIO

No sé, no ha llegado, se debe haber retrasado 
por la llanta...

RAQUEL

¿La llanta? ¿Le hiciste traer la llanta Horacio?

HORACIO

Fue idea suya lo de la llanta...

RAQUEL

¿En serio fuiste capaz de hacerlo caminar 30 km 
arrastrando una llanta de camión desde su casa hasta acá?

HORACIO

Te repito, lo de la llanta fue idea suya, él está convencido de que no
se puede llevar a cabo  un acto con corte de ruta sin prender fuego
alguna llanta, ¿quién soy yo para decirle que no la traiga?

RAQUEL

Das asco...

HORACIO

Mire compañera, le voy a pedir dos cosas: primero, que me trate con respeto, de igual 
manera que la trato yo. Segundo, aprenda a separar, una cosa es nuestra relación
conyugal y otra es nuestra relación como compañeros de organización, ahora, acá, en este 
momento, no somos más que compañeros, por ende, debemos hacer el esfuerzo
de dejar de lado nuestras cuestiones personales por el bienestar del colectivo y tratarnos con respeto.

Mientras Horacio termina de hablar Raquel acuesta su valija y se sienta sobre ella. Saca de su cartera un cigarro, lo enciende y se pone a fumar.

HORACIO

No fumes Raquel...


Raquel no responde, sigue fumando. Horacio mira su reloj, luego observa el horizonte por el larga-vistas. Nadie se aproxima. 

Horacio guarda el aparato en su maletín. Mira a Raquel.

HORACIO

¿Y esa valija?

RAQUEL

Me voy de casa...

HORACIO

¿Cómo?

RAQUEL

Me voy de casa, ni bien llegue Pablito, le doy un beso, un abrazo, y me tomo el primer ómnibus a la ciudad.

HORACIO

¿Qué?

RAQUEL

Eso, que me voy a la ciudad. Vine al acto sólo para despedirme de Pablito.

HORACIO

¿Te vas?

RAQUEL

Sí.

HORACIO

¿No te vas a quedar al menos hasta que termine el acto?

RAQUEL

No.

HORACIO

¡No podés irte en medio del inicio de una revolución!

RAQUEL

¿Qué Revolución Horacio? ¿De qué hablás? Si sabés igual que yo que no va
a venir nadie al acto. Yo vine hasta acá para despedirme de Pablito, 
nada más, paso un rato con él y después me voy.

HORACIO

Estuvimos tres meses repartiendo volantes y difundiendo el acto por megáfono en
el pueblo, los vecinos van a venir, vas a ver, están interesasdos en escuchar la proclama...

RAQUEL

No va a venir nadie...


lunes, 13 de abril de 2015

TRES GATOS LOCOS - CAPÍTULO UNO

SARITA (30), CAMILO (30) y GERARDO (30) en medio de la calle en una ruta desierta.

Sarita intenta prender fuego una llanta de camión, girando en ella una vara de madera sobre hojas secas y pasto. Cerca, Gerardo se esconde del sol, sentado bajo un paraguas negro. Más atrás, Camilo, de pie, camina inquieto con un megáfono en la mano.

GERARDO
-Disculpe compañera, reitero: creo que es en vano que sigamos perdiendo tiempo en intentar prender fuego la llanta. Es hora de asumir nuestra derrota. Saber desistir forma parte del resistir. Que hayamos perdido una batalla, no significa que perderemos la guerra.

SARITA
- Mire compañero, el compañero Camilo trabajó muchísimo para poder conseguir esta llanta de camión y caminó catorce kilómetros arrastrándola hasta acá. Después de todo el sacrificio que hizo, no puedo irle con que no le vamos a prender fuego la llanta, usted sabe como es el compañero Camilo de sensible, y lo entusiasmado que estaba él con prender fuego la llanta, así que ahora que se lo prometimos, la vamos a prender.

GERARDO
- Mire, discrepo compañera, el bienestar de un individuo no puede colocarse jamás sobre el bienestar del colectivo. Hace un sol bárbaro y va a ser imposible prender esa llanta con hojitas y un palito. Así que si Camilo quiere llorar, que llore, pero no podemos permitirnos poner en riesgo la salud de los miembros de esta comunidad, exponiéndolos a los rayos del sol, a estas horas de la tarde, sin la protección adecuada, estando justo debajo del agujero de la capa de ozono. Menos aún sin un motivo real que lo justifique, como expresé anteriormente, esta vez nos tocó perder, no vino nadie a la marcha, es hora de asumirlo con dignidad y frente en alto. Reconozcamos que si ni usted, ni yo, ni Camilo estamos capacitados para prender fuego una llanta de camión, menos lo estamos para llevar adelante una revolución.

SARITA
- Mire compañero si quiere irse se va, yo esta llanta la voy a prender con lo que encuentre a mano, capaz me lleva tres días, pero la voy a prender. Esta marcha no se termina hasta que se prenda fuego la llanta y Camilo la vea encendida al menos un ratito. Le dimos nuestra palabra, y no existe nada en el mundo más valioso que la palabra. Si se olvidó de traer los elementos que había prometido traer para facilitar la incineración de la llanta, no importa, ahora de nada vale quejarse, prendamos fuego la llanta con lo que tenemos, Camilo ve las llamas un ratito y nos volvemos para casa.

GERARDO
- Compañera, reconozca su responsabilidad en aquello que equívocamente señala como mi negligencia, mencione por ejemplo que tuvimos que salir a las apuradas porque usted demoró en aprontarse...

SARITA
- Mire compañero, usted está faltando a la verdad, es  perfectamente consciente, al igual que el resto de los compañeros del partido, que no fue de ninguna manera mi responsabilidad, sino la suya. Salimos apurados no porque estuviésemos llegando tarde a la manifestación, sino porque usted, compañero, quería llegar dos horas antes ¡Dos horas antes quería llegar! ¿Se da cuenta de que hay algo en usted que no es normal? ¿Lo ve compañero? Preciso sólo saber eso, ¿usted, compañero, está enterado que no es normal?

GERARDO
- No es necesario que levante la voz al hablarme, y mucho menos aún para descalificarme como lo hace... Recuerde lo importante que es para la construcción de un diálogo entre seres que se hacen llamar a sí mismos "tolerantes", enfocarse en lo argumentado,  sin caer en la bajeza de atacar al emisor del argumento. Si entre nosotros mismos, que nos llamamos compañeros, nos dirigimos con tanta prepotencia, de forma colérica y buscando humillar a nuestro interlocutor haciendo uso de tan penosa soberbia, ¡piense entonces qué lejos estamos de los valores que pregonamos! No me interesa extenderme más sobre este asunto, sólo le ruego que no vuelva a insultarme jamás, de lo contrario me veré obligado a exigir su destitución del partido.  

SARITA
- Alcahuete...